Epítome a la seducción

“Tocaste a mi puerta a pesar que sabes que siempre está abierta para ti”

Lo intente todo, te juro que trate de contener este sentimiento todo este tiempo que estuviste fuera, al punto de convencerme que todo iba a estar bien.

Ya hemos pasado por esto... vienes y te vas, y a pesar de todo, tú llegada es siempre una celebración para mi corazón.

Nos amaremos como siempre sin tantas preguntas... y seguiré siendo el chico sentado en el parque esperando por ti. No sé hasta dónde durará todo esto, pero ya que estamos aquí, vamos a vivir este momento, te amo.

Volverte a ver luego de más de un año me hace sentir como que el tiempo no había pasado, tantos recuerdos, tantas pasiones...

Te he pedido tantas veces que te quedes, pero aprendí a quererte a tú manera...amo beber de ti, amo tú risa dorada y tu lexía de luna.

Me enseñaste amarte en los solsticios y equinoccios...y a pesar de eso:

Te doy las gracias por sentirte entre mis venas, por amarte en tu presencia y añorarte en tu ausencia, porque eres otoño de hermosos atardeceres y besos frescos, eres mi letra en esta cuartilla...solo para amarte más.

* El autor es docente.