A 11 metros de profundidad frente a las costas de Panamá, el alemán Rüdiger Koch vive desde hace dos meses en una cápsula adherida a una casa futurista construida sobre las aguas del mar Caribe.
Con su insólita aventura, que pretende seguir dos meses más, este ingeniero aeroespacial, de 59 años, quiere ganar un récord Guinness y demostrar que se puede vivir plácidamente y trabajar bajo el mar.
“Trasladarnos al océano es algo que deberíamos hacer. Es mucho más tranquilo estar aquí abajo, no es como la vida en la ciudad, lo que se escucha son las olas” y el leve “ruido de los peces”, dice en inglés...