Por qué no sabemos vivir sin dañar a la Tierra...?

La conmemoración del “Día de la Madre Tierra” es un compromiso ambiental de todos los días. Las potencias destructivas de la especie y del planeta se despliegan sin control, provocando el ecocidio jamás visto, las excusas siguen siendo el negocio, la utilidad o el acelerado crecimiento.

Miles de ríos contaminados en el mundo aportan el 95% de plástico a nuestros mares y Panamá está en la lista. Estamos usando agua limpia para lavar cianuro en minería; los derrames de aguas negras casi permanentes, los crecientes problemas de salud comunitaria y el eterno problema de la basura, se agravan irremediablemente. Y como si fuera poco, la agonía de los bosques del mundo y de casi toda su capa vegetal viene a ser ya el recurrente contexto de un drama socioambiental de incalculables proporciones, a lo cual Panamá no escapa.

Costa Rica es el único país centroamericano que ha hecho crecer sus bosques en este siglo, albergando el 4% de la biodiversidad conocida del mundo. Su modelo de gestión nacional, eficaz y sostenible que ha sido resaltado en foros internacionales.

Por qué estos resultados o estos magníficos ejemplos no encuentran réplica en nuestro país canalero y forzadamente minero?. No tenemos otra opción. Sólo nos queda el seguir cuidando lo que queda del Planeta para sus hijos, integrando ciencia, tecnología y ciudadanía en un nuevo tipo de gobernanza política y bioética que esté al nivel de las exigencias actuales, que integre instituciones, comunidades, familias y personas, escuelas y universidades, en una empresa conjunta que tenga un solo objetivo: recuperar y salvar la “casa común” .

· Licenciada en turismo y escritora