No estoy segura
Cuando vamos a tomar decisiones importantes solo tenemos una oportunidad para realizarlas. Ponemos mucha presión en nosotros, porque queremos tener la respuesta correcta-sin saber que probablemente hemos dejado algunos puntos que pueden influir en esa decisión.
A veces no nos gusta reconocer que no contamos con todas las respuestas y poder decirle a nuestro grupo de trabajo “no estoy segura o no lo sé”.
-La verdad es que he aprendido a hacer paz con esta frase.
-Siento que me ha ayudado a ser una mejor administradora.
Debo decir que, si no sabemos algo, esto no debe ser visto como negativo, ni como un aspecto que nos de mala reputación. No admitirlo, seria para mí, algo deshonesto. En adición, nos educan en la escuela y la universidad a no responder de esta manera, lo cual me parece injusto, toda vez que entre otras cosas, vamos a ellas para aprender.
A lo que quiero llegar es que, tomar decisiones es el resultado de todo un proceso. Nos desanimamos de decir “no sé” o “no estoy seguro”. Consideramos esas expresiones como vagas, inútiles e incluso evasivas. Pero sentirse cómodo con “no estoy seguro” es un paso vital para ser un mejor tomador de decisiones. Y, tenemos que hacer las paces con no saber.
Porque no todas las veces el resultado será igual.
Para ponerles un ejemplo. Mis actuaciones como contadora y mis estudios adquiridos en administración de empresas han evolucionado muchísimo en los últimos años. Los procesos y pensamientos administrativos han cambiado. No puedo esperar, ni asegurar que mis decisiones tengan los mismos resultados de éxito que tuvieron hace 25 años; existe una probabilidad enorme de que obtendré diferentes resultados, provista de la misma información.
Esto es parte de cómo evoluciona el mundo en todos los campos y debemos adaptarnos con nuevas estrategias que reflejen las bases de ese cambio. Lo que hace una gran decisión no es que tenga un gran resultado. Una gran decisión es el resultado de un buen proceso, y ese proceso debe incluir un intento de representar con precisión nuestro propio estado de conocimiento.
En los negocios, no todo es blanco y negro. Y existen áreas grises que debemos investigar para concretar y sentir que hemos evaluado a profundidad todos los posibles resultados. Y, aun así, en muchas instancias probablemente aparezcan aristas que generen incertidumbre.
El éxito se encuentra en reconocer que caminamos por el mundo pensando que lo sabemos todo y que tenemos todas las respuestas. Nuestra mente juega con nuestros pensamientos, y en muchas ocasiones no somos objetivos, ni siquiera compilando toda la información que tenemos disponible.
Estamos en un estado perpetuo de aprendizaje, y eso puede hacer que cualquier hecho previo sea obsoleto.
Por lo que insisto: es mejor decir que esperamos los mejores resultados.
* Empresaria.