La Virgen de la Misericordia y su tradición
En La Mesa de Veraguas han sido históricas las celebraciones religiosas como San Marcelo, Patrón de este distrito cabecera, al igual que el Señor de Los Milagros en los últimos años. Incluida la fiesta de la Divina Misericordia.
Nací dentro de la devoción hacia San Marcelo como Patrón. Inclusive en esa fecha recibí el sacramento del bautismo pero no había podido asistir a las festividades religiosas de La Misericordia.
Este ocho de septiembre reciente acudimos, por vez primera, a ese evento que tiene un sabor de pueblo. Responsabilidades de antaño no lo permitieron. Además del fervor expresado en la misa, se realiza una procesión por las calles principales de este atractivo distrito.
Una característica muy peculiar es que a la imagen mayor durante el recorrido le siguen alrededor de 58 virgencitas de todas las poblaciones aledañas al distrito. Imágenes más pequeñas escoltadas por los pobladores de cada comunidad que se esmeran por presentarlas en la mejor forma.
Son transportadas en lo que podríamos llamar “andas modificadas”. Escuelas del distrito con sus bandas dan el apoyo musical al simpático acto. Los fuegos artificiales avisan del inicio y recorrido de la procesión.
Es a mi juicio una expresión muy llena de humildad y devoción de los sectores más desprotegidos de dicho distrito. Hay un fuerte acento de religiosidad popular. Se desarrolla también una celebración profana.
El libar licor entre amistades es parte de ello, bajo la presencia de anécdotas pasadas y actuales. Se disminuyen las tensiones de las ciudades. Los bailes nocturnos, son parte de dichas festividades.
Entendiendo la diversión que estas costumbres traen consigo hago una crítica final a las autoridades responsables.El ruido excesivo originado en discotecas y bailes, sobre todo lo primero, es una violación a la salud mental, física (auditiva ) para quienes viven cerca al lugar donde se desarrollan estos actos. Hay personas de tercera edad y enfermos.
Esperemos que las autoridades sepan mantener el equilibrio de derechos y deberes.
Por lo demás, una bella experiencia. La recomiendo.
Eduardo Reyes Vargas
[email protected]
* Médico.