Los agentes de inteligencia artificial (IA) generativa con capacidades de voz pueden utilizarse para realizar llamadas fraudulentas de manera autónoma, y aunque su tasa de éxito es por el momento moderada, se espera que los avances en esta tecnología los conviertan en una herramienta dañina en manos de los cibercriminales.
Las estafas de base telefónica son habituales en el panorama del cibercrimen, y requieren que un estafador contacte con la potencial víctima mediante una llamada para convencerle de que le dé datos sensibles, como credenciales de acceso a servicios digitales o el número de cuenta...