Los estudiantes del sector público siempre han sido los sacrificados. Esta huelga de 48 horas, en particular, no tiene entre sus demandas ningún reclamo para mejorar la educación o el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por el contrario, es una paralización con pretensiones políticas que como ha ocurrido en el pasado, tiene un impacto en los jóvenes.
Por más que la dirigencia magisterial alegue que la paralización es legal, por el contrario, no tiene justificación porque los reclamos que hacen sobre la nueva ley del Seguro Social los pueden hacer sin someter a los escolares al atraso académico...