En su taller en la ciudad de Cantón, en el sur de China, la influencer Amanda Yao desafía los estándares de belleza de su país -delgadez extrema, piel clara y rasgos infantiles-, y trabaja para promover la autoestima a través de su marca de ropa de tallas grandes.
En las redes sociales un dicho popular afirma que “ninguna mujer es hermosa si pesa más de 50 kilos”. En videos virales algunas inclusive se jactan de usar ropa infantil o de apilar monedas sobre sus clavículas como símbolo de delgadez.
Contraria a esta tendencia, Amanda lanzó una marca de ropa de tallas grandes con diseños modernos, coloridos...