Se mantiene el silencio de parte de las autoridades de la Facultad de Comunicación Social y de la Universidad de Panamá en general, por los supuestos casos de plagio que se han dado en dicha facultad. Aunque, en un principio se informó que era el vicerrector de Investigación y Postgrado el encargado de esto, fuimos hasta sus oficinas para conocer detalles y hasta le enviamos correo, sin lograr ni un detalle.

Al final, el silencio se podría interpretar como que se avala esta situación y que todo se mantendrá de la misma forma en que se ha dado.

Luego que la Contraloría de la República iniciara sus auditorías y ANTAI hiciera lo propio, en sus jurisdicciones, la gente seguía a la espera de la ASEP, pues quejas no faltaban de las empresas de transmisión de electricidad. En otras provincias, la gente ha sido drástica al llevar sus electrodomésticos quemados, una medida de resignación tras años de quejas y no debe ser así, si no pueden con el contrato, terminen la relación. Es momento de cancelar servicios malos y esto mismo pasa con las empresas de cable e internet; son un desastre.

Se está levantando un velo de algo que podría afectarnos a todos y es así porque muchos panameños han estudiado en universidades como UNACHi y la Universidad de Panamá, porque nuestros padres se esforzaron para educarnos. Este tema de concursos de profesores, de carreras inventadas, de escalar a base de supuestos plagios, es algo muy delicado y se tiene que investigar. Cada día hay más dudas de la población sobre en qué se invierte el dinero del Estado, los impuestos que pagamos todos y es preciso manejarse con la verdad.

En nuestra encuesta sobre el transporte, la mayoría de las personas tienen la misma queja de los buses que van hacia el interior, choferes que brindan un servicio pésimo, porque son groseros, van a velocidad y llenan los “coaster” como si fueran “diablos rojos”. Sí, no tienen barras para sostenerse en el medio, pero están decididos a llenar el vehículo como sea, aunque en cada curva uno le caiga encima al otro y todo esto es permitido por la autoridad, pues, seamos sinceros. ¿Qué policía o agente de la ATTT no ve que van hasta arriba en gente?

Vivimos en una era en la que tenemos la comunicación a disposición a través de las plataformas más sencillas y seguimos cayendo en el error de consultar fuentes como TikTok, Instagram o individuos que inventan historias para mover sus métricas de redes. El tema de la CSS y la mina son referencias de que la gente no sabe o no le interesa saber, solo opinan desde lo que se genera en redes o de lo que dijo un vecino. Para poder opinar y estar en contra de todo, tenemos que informarnos, no cuesta nada buscar las fuentes oficiales, luego opinar.