Al igual que la educación, salud, transporte, acceso al agua potable, bueno elementos vitales de la vida humana, el deporte es fundamental en toda sociedad. No puede ser que cada quinquenio nos sorprendan en Panamá con la “desaparición”, sobrecostos, negligencia y demás cosas negativas en cuestiones de nuestro deporte. Si nos centramos en la infraestructura. La deuda con los panameños es infinita. Coliseos derruidos, falta de mantenimientos, obras paralizadas, y como si fuera magia, el desvanecimiento de materiales de todo tipo.

Tal vez sea una percepción muy personal, pero me parece que la negligencia en la construcción, mantenimiento y planes para los escenarios deportivos del país, han condenado a generaciones a no solo poder desarrollar sus habilidades en diversas disciplinas, sino a que los ya atletas vean limitadas sus opciones para ser grandes figuras. Muy pocos se mantienen en ese sueño de ser un deportista y varios deciden hacerlo fuera de fronteras. Los panameños hemos demostrado que el deporte el algo innato, pero si el apoyo no es frecuente, muchos se quedarán atrás.

Se ha dicho antes, Panamá tiene un enorme potencial como ‘hub’ de deportes. No solo para ser sede de importantes eventos internacionales, aparte de potenciar su propia actividad local, sino de atraer todo tipo de operaciones referentes al deporte. Y se ha comprobado, solo este año se han organizado en el país reuniones de organismos de boxeo, conferencias médicas deportivas, además de encuentros con dirigentes y entrenadores del extranjero. Panamá está de moda, pero está moda debe ser constante. El país y su gente debe abrirse al deporte como un gran potenciador económico.

En palabras del propio seleccionador de fútbol de Panamá, Thomas Christiansen, “no queremos achicarnos” en el duelo de esta noche ante los Estados Unidos, por el boleto a la final de la Liga de Naciones de la Concacaf. El rival ya es conocido, y el terreno donde se jugará, también, entonces queda aferrarse al talento, el juego en equipo y a las direcciones del hispano-danés. Ya es hora de que Panamá sea el protagonista. Ya se ha llegado lejos y es tiempo de dar ese salto de calidad. En una zona geográfica donde el fútbol no es el fuerte, pero entre sus seguidores, Panamá viene destacando.

Coclé ya demostró que es el mandamás en el Béisbol Juvenil, al reeditar su corona de 2024, este 2025. Ahora, le toca a los ‘grandes’, con el arranque del Campeonato nacional de Béisbol mayor 2025, a partir de este viernes. Chiriquí, vigente campeón, de seguro buscará imitar al elenco juvenil coclesano y volver a levantar la copa por segunda temporada consecutiva. Pero antes, tendrá que jugar 16 partidos en la fase regular (al igual que los otros 11 equipos competidores), para luego avanzar entre los mejores 8 a una segunda ronda, en formato de todos contra todos, de allí a semis y luego la Serie...