Satélites ahora pueden detectar basura plástica en playas
Investigadores australianos desarrollaron un nuevo método para detectar basura plástica desde el espacio y lo han probado con éxito en un tramo remoto de la costa.
La herramienta de imágenes satelitales desarrollada por los científicos de la Universidad RMIT detecta las diferencias en la forma en que la arena, el agua y los plásticos reflejan la luz, lo que permite detectar plásticos en las costas a más de 600 km de altura.
La tecnología satelital ya se utiliza para rastrear las enormes cantidades de plástico que flotan en nuestros océanos, desde depósitos relativamente pequeños que contienen miles de botellas de plástico, bolsas y redes de pesca, hasta gigantescas islas flotantes de basura como la Gran Isla de Basura del Pacífico, que es tres veces el tamaño de Francia.
Sin embargo, la tecnología satelital utilizada para detectar plástico flotando en el agua no funciona tan bien para detectar plástico tirado en las playas, donde puede mezclarse fácilmente con la arena.
Este último avance, publicado en el Marine Pollution Bulletin, significa que ahora tenemos una forma eficaz de detectar plástico en las playas, donde se puede acceder a él y eliminarlo más fácilmente mediante operaciones de limpieza.
El índice de desechos plásticos en playas (BPDI, por sus siglas en inglés) del equipo es lo que se conoce como un índice espectral, esencialmente una fórmula matemática que ordena los patrones de luz reflejada que recogen los satélites cuando pasan sobre un área, para revelar lo que más le interesa ver en la imagen.
El equipo de teledetección del RMIT ha desarrollado herramientas similares para monitorear bosques y mapear incendios forestales desde el espacio.
El BPDI está diseñado para mapear desechos plásticos en entornos de playa utilizando datos de alta definición del satélite WorldView-3, que orbita la Tierra en línea con el sol a una altitud de 617 km.
Para probar su rendimiento, se colocaron 14 objetivos de plástico de alrededor de dos metros cuadrados cada uno en una playa en el sur de Gippsland, Victoria.
Cada objetivo estaba hecho de un tipo diferente de plástico y era más pequeño que el tamaño de píxel del satélite de aproximadamente 3 m2.
Las imágenes satelitales que utilizan el nuevo índice se compararon con tres índices existentes, dos de los cuales fueron diseñados para detectar plásticos en tierra y uno para detectar plásticos en entornos acuáticos.
El BPDI superó a los tres, mientras que los otros tuvieron dificultades para diferenciar los píxeles contaminados con plástico en la playa o tendieron a clasificar erróneamente las sombras y el agua como plástico, informó la Universidad RMIT en un comunicado.