Opinión

La información inmediata no es certeza de veracidad

23 de abril de 2024

Desde hace algún tiempo he estado reflexionando sobre lo beneficioso que ha sido para el mundo tener información en forma inmediata, gracias a las distintas innovaciones tecnológicas. Si tuviéramos que hacer un recorrido a través de la historia para verificar las formas de comunicarse a la distancia entre los pueblos cercanos y lejanos, nos daríamos cuenta que su origen se remonta alrededor del año 100,000 a.c.

Así mismo, el uso de la tecnología en la comunicación se da desde la primera utilización de símbolos, que fue por los años 30,000 a.c. Podríamos decir que la comunicación se desarrolló mediante etapas que comezaron por los símbolos y señales, para después entrar en el habla o lenguaje, la escritura, la imprenta y en la actualidad la etapa de los medios masivos.

Conociendo, como ya hemos mencionado, de las distintas etapas que se dieron para el desarrollo de la comunicación, queremos centrarnos en la forma que se transmite un hecho noticioso que ocurre en cualquier parte del mundo, entendiendo que en cuestión de segundos lo puede ver toda la humanidad, que tenga disposición de los instrumentos tecnológicos para ese fin.

Pareciera hasta este momento, que esta oportunidad que tenemos de recibir información instantáneamente, debe ser un beneficio para toda la humanidad; ya que permite que conozcamos cualquier hecho de interés o noticioso al instante, que nos permita ayudar, protegernos, prevenir, tomar decisiones, etc. en la forma más rápida posible.

En donde ha radicado el problema con la información que nace de las comunicaciones, pues en que no podemos controlar o asegurar la veracidad de la información que se nos suministra. Se han inventado gran cantidad de formas para comunicarse a través de diferentes medios de comunicación.

Por ejemplo las comunicaciones se pueden dar por radio, televisión, celulares, redes sociales, etc., y cada una de estas herramientas de comunicación las administra el ser humano. Esto quiere decir, que la veracidad de la información va depender de quien la envía; por lo que siempre debemos estar verificando la credibilidad o reputación de quien nos suministra la información.

Cada vez que vemos informaciones por cualquier tipo de medio, que no tienen una firma de quien la envía o adolece de un sustento que avale su credibilidad, debemos desecharla. Me es incomprensible como personas les mandan un chat o encuentran en internet información de tratamientos de salud, sin ningún tipo de sustento científico, y empiezan aplicarlos en sus cuerpos.

De esa misma manera vemos como se reciben encuestas, informaciones de tendencias y análisis de mercados de empresas desconocidas y que cuando comparas los resultados entre ellas, todos son diferentes. Al final solamente una habrá dicho la verdad o tendrá algún grado de credibilidad.

Lo malo en esto, es la actitud que asume la sociedad y en la mayoría de los casos se deja llevar por percepciones, que no atienden a la realidad, saliendo ganador el mercadeo de información falsa. Tenemos que aprender a que no nos engañen y escojamos lo que más nos conviene. No todo lo que recibimos es cierto.

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