La IA y el Bienestar Laboral
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos (EE.UU.) ha emitido una interesante guía que proporciona un marco esencial para desarrolladores y empleadores que implementan Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito laboral, enfocándose en salvaguardar el bienestar de los trabajadores y garantizando su participación activa en esta transformación tecnológica.
El primer principio es centrar el empoderamiento de los trabajadores en todo el ciclo de vida de la IA, desde el diseño hasta el monitoreo, permitiéndoles aportar en la toma de decisiones y en la supervisión de estos sistemas.
Uno de los pilares fundamentales es el desarrollo ético de la IA. Aquí, se enfatiza que los sistemas de IA deben estar diseñados para respetar los derechos civiles y evitar replicar sesgos.
Para esto, se sugiere a los desarrolladores llevar a cabo auditorías y evaluaciones de impacto que identifiquen y mitiguen cualquier discriminación potencial o impacto negativo en la calidad laboral.
La transparencia resulta crucial: los empleadores deben comunicar a los trabajadores sobre el uso de IA en el entorno laboral, incluyendo el tipo de datos recopilados y su propósito específico. Además, los trabajadores deben tener la opción de corregir cualquier error en la información personal, fomentando así un ambiente de confianza mutua y respeto.
En lo referente a la protección de los derechos laborales, la guía insta a los empleadores a no utilizar la IA de manera que interfiera en la organización sindical o que comprometa los derechos fundamentales de salud y seguridad, como el derecho a descansos adecuados. De hecho, el uso de IA debería orientarse a mejorar la calidad del trabajo, complementando y apoyando las tareas de los empleados, en lugar de reemplazarlas de manera adversa.
Para anticiparse a posibles cambios en los roles laborales debido a la automatización, se recomienda a los empleadores ofrecer oportunidades de capacitación y reubicación. Esto preparará a los trabajadores para interactuar eficazmente con nuevas tecnologías y permitirá opciones de reubicación interna para aquellos que se vean afectados.
Y en la gestión de datos de los trabajadores, los empleadores deben limitar la recopilación de información a lo estrictamente necesario, proteger la privacidad y evitar el intercambio de datos sin el consentimiento expreso de los empleados, cumpliendo con rigurosos estándares de seguridad.
Este conjunto de principios y prácticas, totalmente replicable en nuestros países, propone una hoja de ruta para que las organizaciones adopten la IA de manera responsable, asegurando que el avance tecnológico se traduzca en beneficios reales para los trabajadores y sus derechos.
* Consultor en Transformación Digital.