Pesquisa judicial rala

Por los vericuetos del sistema judicial del país se desprende una verdad; que los casos emblemáticos, los internacionales que sacudieron la conciencia nacional, no fueron investigados con la velocidad y puntualidad esperada y menos se ha llegado a un resultado satisfactorio ante las faz de la justicia y el país, cuyo responsable es El Ministerio Público como institución responsable de investigar los delitos.

El Ministerio Público es una entidad autónoma que no pertenece a ninguno de los tres Órganos del Estado, fue creado con la Constitución Política de 1904, y que participa dentro del proceso Administrativo de Justicia por razón de la facultad constitucional y legal de ejercer la acción penal a nombre del Estado.

Ejerce la acción penal, con algunas excepciones, conforme a la calidad de algunos servidores públicos que deben ser investigados y enjuiciados por órganos del Estado, conforme a la Constitución Nacional.

Es parte obligante, representando al Estado panameño y a sus ciudadanos en determinadas causas. Algunos juristas con los que hemos conversado dicen que el Ministerio Público es la pieza angular y medular de los negocios legales que tienen que llegar a los estrados para su judicialización, señalan que tiene pocos fiscales y funcionarios para la enorme carga que maneja , además de la fuga de talentos que lógicamente se verifican por la mejor oferta salarial que normalmente se verifica en el sector legal, adicional al prácticamente nulo relevo generacional en este campo.

Los mejores fiscales estaban siendo subutilizados y se cansaron de ello y migraron a la práctica privada o migraron al órgano judicial y no hay una formación académica, tampoco institucional especializada para el relevo normal y necesario, ni hablar de las estructuras físicas y herramientas para que estos funcionarios de la justicia, ejerzan sus funciones satisfactoriamente.

Es por ello que sentimos una desazón, un resquemor y dudas de su efectividad, pareciera que el Ministerio Público actúa por inercia, aferrados a la rutina, que se traducen en cuestionamientos para con este operador de la justicia panameña, porque la sentimos rala, leve y sin resultados tangibles.

Melquiades Valencia
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* El autor es periodista.