Espectáculo deprimente

Las redes sociales nos sorprendieron hace pocos días con el bochornoso espectáculo de un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de Panamá, enfrentándose a palos, donde uno de ellos, encabezados por una joven dama, transmitieron una pésima imagen de quienes deben confrontar ideas y no la violencia precisamente. Las posiciones radicales nunca han sido buenas consejeras y menos cuando se tratan de imponer a la fuerza a contrapelo del derecho que tienen otros a disentir y adoptar otra posición.

Ni siquiera pretendo señalar quién o quiénes tienen la razón, pero lo cierto es que lo ocurrido jamás debe volver a repetirse.

Sentí pena ajena, tanto por ella como por sus familiares, observar a una dirigente estudiantil cuando utilizando un vocabulario soez, increpaba a una compañera e incluso, la retaba a que se le enfrentara.

Golpeaba una mesa, se le acercaba en forma intimidatoria, le tiró sus útiles al piso, y como ya dije, hizo gala de una vulgaridad inaceptable.

Entendemos las luchas sociales y el derecho a la protesta estudiantil, pero en este caso, faltó cordura y el dialogo decente, Resultó deprimente el nivel de violencia entre jóvenes universitarios, propiciando el caos y la violencia, en vez de reclamar derechos en lo que justamente debiera ser un escenario de gente civilizada.

Este suceso debe ser investigado por las autoridades. El video muestra el rostro de muchos de estos inadaptados en actitud furiosa y poco civilizada. De seres humanos que en vez de ser protagonistas del diálogo y la paz, mostraron el rostro adverso de lo que debe ser una sociedad con sentido común.

Reitero, estos jóvenes deben ser ejemplo de lo que supuestamente quieren ser a futuro; o sea, profesionales que contribuirán al desarrollo del país. Lamentable lo ocurrido y peor aún, la vulgaridad rampante de los actores principales de este acontecimiento. Simplemente, estamos perdiendo el buen juicio.

Euclides Corro
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* El autor es periodista.