Opinión

Termina un “Mal Gobierno”; ¿empieza el Buen Gobierno?

02 de agosto de 2019

El pasado domingo 30 de junio, terminó la administración de Juan Carlos Varela, calificado por muchos como el peor Gobierno de la historia republicana de Panamá. Al mismo tiempo, al otro lado de la ventanilla, el Presidente Electo en mayo pasado, Laurentino “Nito” Cortizo anunció el inicio de lo que él denomina “el Buen Gobierno”. El nuevo Presidente, que asumió su posición en la mañana del 1 de julio, tiene la gran oportunidad de realizar cambios importantes en la administración del país a fin de provocar un cambio significativo de tal forma que el país regrese a la senda de progreso económico y social que se experimentó en la administración anterior y que amargamente ahora el pueblo lamenta haber perdido ese paso desarrollista que se vivió, con pleno empleo y una economía que crecía entre 6% y 8% anual, superando inclusive a países catalogados como del primer mundo. Aún empezando con acciones no muy “fulgurantes” desde el punto de vista mediático, pero precisas y directas a los puntos más relevantes que provoquen cambios importantes y notorios ante la opinión pública, Cortizo daría la impresión de intentar un cambio real en el país. Es lo que el pueblo espera y sobre lo cual tiene afincadas sus esperanzas para lograr una mejor calidad de vida. El Buen Gobierno tendría que apuntar en esa dirección. De otra forma, terminaría siendo otra frustración más que sufrirían los panameños, que ya no quieren regresar a tener otra experiencia tan negativa como la vivida con la administración Varela. En síntesis, los panameños esperan que las nuevas autoridades, dentro del concepto del Buen Gobierno, generen el Bien Común que permita alcanzar la mejor calidad de vida posible a los ciudadanos. Esto incluye, retomar una economía pujante con más y mejores empleos, buenos servicios públicos de salud y educación, con agua potable 24 horas y otras más necesidades básicas satisfechas para que todos sintamos que estamos en un país con un accionar que nos permitiría llegar al primer mundo. Salimos de un gobierno que muchos queremos sea para el olvido. Inicia un gobierno que la mayoría desea traiga nuevos aires de prosperidad. Todo lo anterior nos lleva a concluir que estamos hablando de una “refundación de la nación panameña”. Esto se podría lograr estableciendo nuevas bases constitucionales sobre las cuales el gobierno formule políticas públicas adecuadas en función de las promesas hechas. Para lograr eso se requeriría una nueva Constitución, preparada y debatida en una Constituyente elegida por el pueblo.* El autor es ingeniero.

Cristóbal Silva
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