Mulino asume el poder en Panamá desafiado por la economía y crisis migratoria
José Raúl Mulino asumió este lunes la presidencia de Panamá con la meta de frenar, con ayuda de Estados Unidos, el paso de migrantes por la peligrosa selva del Darién y reanimar la economía panameña dependiente del canal interoceánico.
“Juro ante Dios y la Patria cumplir fielmente la Constitución y las leyes de la República”, dijo con la mano alzada, tras lo que recibió la banda presidencial, visiblemente emocionado, en el Centro de Convenciones Atlapa, ante dignatarios internacionales, su gabinete y los miembros del nuevo Congreso.
Este abogado de 65 años, de temperamento fuerte y fama de autoritario, gobernará por los próximos cinco años este país centroamericano de 4,4 millones de habitantes.
Mulino llegó al poder impulsado por la popularidad del controvertido expresidente Ricardo Martinelli, a quien reemplazó como candidato en los comicios del 5 de mayo por estar asilado desde marzo en la embajada de Nicaragua debido a una condena de casi 11 años por blanqueo de capitales.
Rebecca Bill Chávez, presidenta del centro de análisis Diálogo Interamericano, aseguró a AFP que “distanciarse” de Martinelli -sancionado por Estados Unidos por “corrupción”- y “su propuesta de cerrar el paso por el Darién” favorecerían la futura relación de Mulino con Washington.
“A los panameños lo que nos interesa es que mejore la economía, que haya trabajo”, declaró a AFP Anthony Buenaventura, estudiante de logística de 25 años.
- Crisis migratoria desbordada -
En víspera de su investidura, Mulino se reunió con el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, con quien firmará en la tarde de este lunes un convenio para repatriar migrantes que atraviesen la selva del Darién, fronteriza con Colombia.
El presidente colombiano Gustavo Petro, quien acude a la toma de posesión, abordó este lunes con Mulino la crisis migratoria, según un informe oficial, que no dio detalles.
Más de 200.000 personas, la gran mayoría venezolanos, han pasado en lo que va del año por el tapón del Darién, donde operan bandas criminales que secuestran, roban y violan a los migrantes. Muchos mueren en esta inhóspita jungla.
Un acuerdo migratorio con Panamá cae “como anillo al dedo” en un año electoral en Estados Unidos, pero la frontera “es muy porosa” y las repatriaciones “necesitan una colaboración multilateral”, afirmó a AFP la politóloga Sabrina Bacal.
Mostrando la relevancia que dará al tema migratorio, Mulino visitó el viernes, a tres días de su investidura, la provincia de Darién, a 250 km de la capital. Esta crisis “se saltó la barda”, afirmó en un centro de migrantes.
- Añorada bonanza -
Mulino releva a Laurentino Cortizo, del socialdemócrata Partido Revolucionario Democrático (PRD), de quien recibe un país con un déficit fiscal de 7,4%, una deuda pública de $50.000 millones y un sistema de seguridad social colapsado.
Tras su victoria electoral, adelantó que tomará decisiones “sin temor” para recuperar la bonanza económica del gobierno de su “amigo” Martinelli (2009-2014).
Deberá buscar con urgencia un proyecto para asegurar el suministro de agua en el canal de Panamá, motor de la economía (6% del PIB) que en el último año debió reducir el tránsito de buques por una sequía favorecida por el cambio climático.
“La falta de acceso al agua para el canal es quizás la amenaza más peligrosa que tiene la economía panameña”, dijo a la AFP Luis Botello, presidente de la Fundación Medios para la Democracia de Estados Unidos.
A su investidura asistieron el rey de España, Felipe VI, y los presidentes Rodrigo Chaves (Costa Rica), Xiomara Castro (Honduras), Gustavo Petro (Colombia) y Luis Abinader (República Dominicana), entre otros dignatarios.