EDITORIAL: La institucionalidad democrática

Reconstruir la confianza ciudadana en la institucionalidad democrática del país requiere de voluntad política. Es lo que ha demostrado el presidente de la República en los cien primeros días de su administración.

Y es lo que puede apreciarse en el método adoptado para llegar a la designación de nuevos magistrados de la Corte Suprema de justicia, buscándose asegurar que su perfil personal responda a las exigencias de méritos, ética y probidad, a la vez que trayectoria profesional.

Sin renunciar a su prerrogativa de hacerlo, el gobernante aspira que los nombres por someter al Legislativo reúnan y superen los parámetros que la sociedad espera ver satisfechos para este trámite.

Igual cabe esperar de las nuevas reformas electorales que finalmente se apliquen en la justa comicial de 2024, para darle un avance aún más vanguardista a la democracia panameña.

En ese contexto generador de confianza, el país aguarda por el paso trascendental de emprender, ojalá durante legislatura, el camino para la adopción de las reformas a introducir en nuestra Constitución. Todo, como indica, resultado de una clara y responsable voluntad política.