Priscila Delgado, una lectora innata
Chepana, de origen santeño, nacida en un lugar en que no había luz eléctrica ni agua potable y le tocaba bañarse en el río, así es como describe su infancia la escritora Priscila Delgado. Cuenta que estudió en una escuela multigrado; cuando era una niña su padre y su abuela le inculcaron el amor por la lectura.
Por eso, al quedarse sin trabajo en 1990, un año después de la Invasión de Estados Unidos a Panamá, decide abrir una librería que llamó “Gabinete de Estudios Culturales”.
Fundó la Cámara del Libro
“La librería era jurídica. Por la característica del trabajo me tocaba viajar mucho a buscar obras, en uno de mis recorridos en Argentina, la presidenta de la Cámara de ese país me dijo que debía hacer algo similar en Panamá, por eso en el 97 creé la Cámara Panameña del Libro. Después que estaba posicionada me atreví a organizar la primera feria en el 2001, se hizo con un grupo muy pequeño”.
Sus obras
Estuvo 10 años en la Cámara e hizo cuatro ediciones de la feria, estás se hacían cada dos años. Su experiencia organizando estos eventos le ayudó en la investigación y al estar “contaminada de tanto libro” asegura que se mantuvo mucho tiempo insomne, de esas noches en vela escribió su primera obra “La balsa del insomne”.
“Por no dormir me salió un texto muy lindo en que incluyo metáforas de vida; luego con el doctor José Del Cid hice otro texto acerca de qué se lee en Panamá. Es sobre bibliotecología y lectura, una investigación sobre quiénes leen, qué porcentaje lee y cuál es la temática más buscada”, expresó.
Ahora, la actual Directora Nacional de Publicaciones, trabaja en su tercer ejemplar, el cual piensa lanzar antes que finalice el año, se trata de “Reflexiones diurnas y nocturnas”.
Zulema Emanuel
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