Legado de dulzura

Buscando destacar los sabores panameños, garantizar la calidad y ofrecer postres que celebren las tradiciones, nace Delicias de la Abuela en 1989, una pastelería que, pese a los desafíos, ha prevalecido con el pasar de los años.

“Hemos mantenido nuestro nombre por la calidad de los productos que ofrecemos desde el día uno, hace 35 años. Así mismo, intentamos mejorar en tendencias, decoraciones y, sobre todo, siempre darle al cliente lo que busca”, destacó Ima Velásquez de Ortiz, fundadora de Delicias de la Abuela.

Elio Ortiz, hijo de Velásquez y parte esencial del equipo, explicó: “A lo largo de los años, hemos introducido nuevos sabores que rinden homenaje a la riqueza cultural de Panamá, como pasteles de limón con raspadura o dulces inspirados en la tradicional pesada de nance. La idea no es solo replicar los sabores, sino reinventarlos y presentarlos de una forma fresca y única que atraiga a los clientes”.

Además, destacó que “en estos momentos, con las nuevas remodelaciones, los clientes pueden llegar al establecimiento y ver lo que se está preparando. Eso ayuda a tener confianza en nosotros, ya que pueden observar de cerca lo que producimos”, enfatizando la importancia de generar una conexión con quienes los visitan.

“Delicias de la Abuela nació en una época difícil, cuando el país enfrentaba la incertidumbre bajo un régimen militar y no se vislumbraba un buen futuro. Sin embargo, decidimos hacerlo aunque las cosas podían salir bien o mal, valía la pena intentarlo”.