Cultura

En riesgo

La directiva de la Biblioteca Nacional estima que son necesarios 3 millones de dólares para operar

12 de julio de 2024

Con un presupuesto reducido, la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. (Binal) solo podrá operar durante un año más, así lo expresó el presidente de la Fundación Pro Biblioteca Nacional Fernando Sucre Miguez.

Se sustentó en que, de los 7 millones dólares que le fueron entregados como patrimonio fundacional, solo quedan 2.3 millones. “Esto se debe a que la institución rectora, desde los gobiernos pasados, no nos asignó las partidas suficientes para hacerle frente ni a lo más básico”.

Conforme a Sucre Miguez, el presupuesto anual para la administración y funcionamiento de la Biblioteca Nacional y otras públicas, asciende a tan solo 2 millones de dólares y en años anteriores, dicha asignación se redujo, quedando en 2023 en 690 mil dólares.

Catalogó la situación como una “emergencia” y puso en relieve la cifra de bibliotecas cerradas. “En 2002 contábamos con 60 activas y a partir de 2020 trabajábamos en base a 50 adscritas a la Binal, de estas fueron cerradas 16, quedando en total 34 abiertas”. Atribuyó los cierres a diversas razones como falta de personal por jubilaciones y problemas con los edificios, incluyendo desalojos.

Solicitó a las nuevas autoridades gubernamentales acciones para robustecer este ecosistema literario.

María Magela Brenes, directora administrativa de la Binal, estima que son necesarios 3 millones de dólares anuales para garantizar el buen funcionamiento de la institución.

Por su parte, la nueva ministra de Cultura Maruja Herrera ponderó los esfuerzos de la fundación y todo el personal administrativo.

“Es nuestra misión dentro de la institución también colaborar y no solo con la Biblioteca Nacional. MiCultura tendrá 52 bibliotecas en administración a partir de este periodo y vamos a dar seguimiento, valor y puesta en función de todas. Vamos a remozarlas y limpiarlas para que la población tenga acceso”, comentó Herrera.

$!En riesgo

Proteger el legado exige equipos y materiales especiales para la conservación que, muchas veces, no se encuentran en el mercado nacional. Por otro lado, los dispositivos de almacenamiento digital son costosos.

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