En el camino de Rogelio Sinán y Tristán Solarte
La literatura panameña escribe una nueva historia, con muchos capítulos que ya son motivo de celebración.
Miguel Esteban González es uno de los autores más solicitados del momento y la prueba está en que sus obras se agotan en las estanterías, y hasta se aprecian en los escaparates del mundo.
La trilogía “Bajo la niebla de El Guayacal”, le dio el empuje que necesitaba en el público local y de paso, logró cautivar a los jóvenes, cuyos códigos de lectura son diferentes y muy demandantes.
Sus siguientes trabajos “Un Grito a la Medianoche” y “Asilo Santo” lo consolidan entre los más destacados, pero aun así, él considera que los méritos son de muchos.
“El reconocimiento de ‘Un Grito a la Medianoche’, que se agotó total, no es solo mi éxito, es de todos los escritores nacionales. En las librerías eso no ocurría y pasa con textos de Osvaldo Reyes, Rose Marie Tapia, por decir algunos”.
Aseguró que la trilogía del “Guayacal”, se encuentra en la Biblioteca de Washington, en la de Nueva York y en una de las mejores bibliotecas de Berlín”.
Está claro que renuevan la historia. “Es lo que escritores de los cuales aprendimos, como Rogelio Sinán y Tristán Solarte, soñaron con tener algún día, que los libros panameños también llegaran a ese nivel internacional. Y con mucho esfuerzo y gracias a esa inspiración que nos dieron ellos, hoy en día estamos viendo esos frutos”, finalizó.
Lineth Rodríguez
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