¿Cómo me protejo la piel del sol?
Beber suficiente agua, usar protector solar, vestir ropa ligera (con colores claros) y evitar la exposición directa al sol, son consejos de especialistas
Estamos en la temporada en que la gente aprovecha para ir a la playa, ríos o realizar actividades al aire libre; sin embargo, es muy importante que se protejan de los efectos que puede producir la exposición prolongada al sol.
El Dr. Israel Cedeño, jefe nacional del Programa de Salud de Adultos en el Ministerio de Salud, explicó que “la exposición al calor puede provocar una pérdida excesiva de líquidos y electrolitos, golpe de calor, quemaduras, envejecimiento prematuro, agravar enfermedades respiratorias y cardiovasculares”. Para evitar estas complicaciones, agrega Cedeño, no debe exponerse directo al sol, especialmente entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., cuando los rayos UV son más intensos.
Recomendó “aplicar protector solar de amplio espectro con factor de protección solar (FPS), de al menos 30, y reaplicarlo cada dos horas”.
Por su parte, Martha Martínez, dermatóloga de la Caja de Seguro Social, afirmó: “Aunque no estemos en la playa o piscina, el uso del protector solar debe ser parte de nuestra rutina diaria, incluidos los que laboran dentro de las oficinas, porque también pudieran afectarse con las radiaciones de las luces, computador o celular”.

En caso de actividades al aire libre, esté atento a síntomas de deshidratación y agotamiento por calor, en especial, en grupos vulnerables como adultos mayores y niños. Beba suficiente agua antes, durante y después de la exposición al sol.
A las damas, cuando deban retocarse el maquillaje, que lo hagan con polvos que tengan protector solar. Un aspecto que no se debe dejar de lado es acudir al dermatólogo, si tiene alguna patología en la piel, para recibir el tratamiento necesario.
6 y 10 meses: Aplicar filtros físicos o minerales y después de esa edad, filtros químicos.
Adolescentes: Colocarse protectores en gel, fluido, libre de grasa o toque seco.
Adultos: En crema, áreas de piel seca; geles, zonas con vello (cuero cabelludo) y otros.
Se debe reaplicar cada media o dos horas, de acuerdo a la actividad o exposición.