Parafraseando a Don Armando y a Patricia Fernández en “Betty la fea”, a los influencers les falta estudiar más semestres para aprender a dar información con respeto y criterio, a esta conclusión han llegado los jóvenes expertos de periodismo, que creen que sí hay una intersección en ambas ramas y que la diferencia siempre será la voz ética y de confianza online. Recordar que el que más grita o acusa no es el que tiene la razón, sino aquel que lo hace con pruebas, sustentando sus bases, quien no sigue la fuente: “lo escuché en redes sociales”.