En la banquisa, Hjelmer Hammeken ha avistado una foca cerca de su hoyo en el hielo. Camuflado de blanco, el cazador inuit avanza con pasos lentos sobre la nieve, se tumba y espera. Al golpear el suelo con los pies, el animal levanta la cabeza y él dispara.
En medio de este paisaje lunar, Hjelmer despedaza inmediatamente a su presa y engulle un trozo de hígado todavía caliente. La recompensa del cazador.
La escena es rutinaria en Ittoqqortoormitt, cerca del estrecho de Scoresby, el mayor fiordo del mundo en la costa este de Groenlandia, en los confines del Ártico.
En esta aldea de 350 habitantes de...