La humildad que exige un cargo público

 Una de las tentaciones que afectan a muchos funcionarios  es la divinitis. La otra es la postura de  arrogancia.

Quizás, fue por eso que el Presidente Laurentino Cortizo pidió al inicio de su mandato, humildad y puso un taburete en el Palacio Presidencial, para no olvidarse de sus orígenes ni la misión del cargo que se ostenta.

 El peligro de una posición de mando es que te creas que estás por encima del resto de los ciudadanos a los que debes escuchar y servir.

Serán cinco años donde la provocación estará presente y los medios serán vigilantes.

JAMES APARICIO
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