Opinión

El diabético preso o privado de libertad

02 de agosto de 2019

La estadística indica que hay un 4.5% de la población carcelaria en los Estados Unidos, padece de diabetes; una proporción más baja que en la población general, probablemente debido a que la población carcelaria tiene en promedio menor edad que el resto de la población del país. Sin embargo, su condición de presos o privados de libertad implica problemas para el individuo, paciente o recluso y para el sistema que está obligado a preservar su derecho a una salud adecuadaLos cuatro pilares del control de la diabetes se ven comprometidos cuando un individuo se encuentra preso.

1. la alimentación,de todos es conocido que la alimentación carcelaria puede que no sea la mejor del mundo y es difícil hacer adecuaciones para una persona que tiene restricciones en su forma de alimentarse.

2. El automonitoreo puede ser muy difícil puesto que para muchas instituciones carcelarias no es posible dejar dispositivos electrónicos al alcance de ningún privado de libertad.

3. La administración de insulina, también, se convierte en un problema puesto que en muchas instituciones carcelarias, no es permitido que el individuo se aplique las dosis correspondientes de insulina sino que éstas deben ser administradas por personal de la institución aduciendo razones de seguridad en el uso de dispositivos como agujas y jeringuillas. Las recomendaciones del horario de administración de medicamentos orales, sin personal profesional, puede que no se cumplan adecuadamente.

4. La recomendación de los 20 a 30 minutos de ejercicio diario que se suele dar a los pacientes diabéticos pueden ser muy complicadas para cumplir en un ambiente carcelario donde las horas de patio son a menudo escatimadas como elemento de presión para el preso.

5. Las visitas de control médico, también, pueden estar restringidas por las normativas de la prisión o lentificadas por un lento y largo proceso burocrático para conseguir la atención.

6. Adicionalmente, la atención de las crisis que pueden aparecer espontáneamente, como episodios hipoglucémicos, debería poder ser atendida por el personal de la institución, pero, a menudo puede que ellos carezcan de la instrucción y capacitación para ello.

7. El acceso a la educación en diabetes, puede estar restringido en el ambiente carcelario, incluso la posesión de algunos libros o materiales para instruirse en este campo. Es de hacer notar que los individuos privados libertad han perdido algunas de las garantías que los estados modernos conceden a los habitantes de un país, pero, NO TODOS LOS DERECHOS LE SON SUSPENDIDOS AL ESTAR PRESO, y debe hacerse el mayor de los esfuerzos para que los derechos a la salud sean preservados. Recuerda inscribirte en la escuela para diabéticos y seguirnos en @doctorgaitan en instagram. Próxima reunión mensual el tres de agosto, entrada gratuita, pero tienes que reservar tu cupo al 229 - 5455.

Dr. Edgardo Gaitán
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Instagram: @doctorgaitan

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