Opinión

El que tiene miedo, que se compre un perro

02 de agosto de 2019

El aceptar un cargo publico como el de presidente es algo serio y reitero aceptar porque nadie obliga a nadie a convertirse en presidente. El que quiere ser presidente solito lo busca y que no vengan con el cuento que es por petición popular o mucho menos por un abnegado servicio a la patria, nadie se cree esos cuentos.


Cuando el designado por los votos de la minoría, —porque aquí las minorías ponen al presidente al no existir la segunda vuelta que garantice que el presidente represente a las mayorías— llega al palacio de las garzas debe estar consciente que no se quedará ahí saldrá por la misma puerta que entró. Se ganará adeptos y detractores y volverá hacer un tongo bota’o. Cuando eso ocurra que aguante callao lo que te viene y si tiene miedo, que se compre un perro, nadie lo mando a querer ser presiente.

Esos inventos de estar modificando decretos a la hora de la salida para que el SPI cuide hasta tu perrito son un despilfarro del dinero del Estado y una ofensa a los miles de panameños que no pueden tener semejantes privilegios. Quienes realizan tales osadías no llegan a los zapatos de un sonriente presidente pichulín que frecuentemente se paseaba por los pasillos de un supermercado sin ninguna escolta saludando alegremente a todo el mundo. Ese si fue verdadero expresidente.


* El autor es asesor tecnológico.

Gabriel Perea
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