Opinión

El Canal: Sangre, sudor y lágrimas

10 de septiembre de 2019

El Canal de Panamá; sus compromisos históricos, ejemplo como empresa estatal y referente turístico como obra de ingeniería, cumplió 20 años de transferencia a Panamá de manos de USA.

 El Canal funciona, seguro, eficiente y continuo. Los tratados Torrijos -Carter cumplieron el 7 de septiembre 42 años de su firma y en ese devenir podemos parodiar al estadista y lord inglés Winston Churchil:  que esta epopeya ha costado “sangre, sudor y lágrimas.”

Es una famosa expresión utilizada en un histórico discurso de  Churchill ante la Casa de los Comunes, tras reemplazar a Neville Chamberlain como Primer Ministro, ocho meses después de haber comenzado la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas aliadas sufrían continuas derrotas frente a la Alemania nazi.

El 5 de septiembre pasado - el doctor Ricaurte Vásquez, economista con más de 30 años de experiencia, tomó posesión escomo Administrador del Canal de Panamá, por un período de siete años, para liderar la vía interoceánica que cumplirá 20 años de exitosa operación en manos panameñas.

Desde el Tratado Hay-Bunau Varilla en 1903, Panamá reclamó que ese convenio había sido injusto y que se firmó sin las indicaciones dadas a Bunau Varilla, quien había actuado como Embajador por parte de nuestro país.

Tras los sucesos del 9 enero de 1964, fecha en que panameños perdieron la vida, el Presidente Roberto Chiari autorizó al Embajador de Panamá en Estados Unidos a romper relaciones y presentar la denuncia de lo sucedido ante la Organización de Estados Americanos.

 Ese mismo año, USA envió una carta al Presidente Chiari, preguntando cuáles eran las condiciones de Panamá para reanudar las relaciones diplomáticas y fue allí donde se pidió un nuevo tratado.

El Canal en manos panameñas ha sido operado eficientemente; creando negocios laterales, ampliadas sus capacidades para el requerimiento mundial del negocio y produce pingues réditos para el desarrollo del país.

Sin embargo, aún hay reclamos pendientes uno de ellos es que se cumpla la promesa del General Omar Torrijos: “Que el Canal y áreas revertidas tuvieran el mayor uso colectivo posible”.

Melquiades Valencia
<[email protected]

* El autor es periodista. 

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