¿Se perdió el miedo en nuestros jóvenes?
Mientras se desarrollaba la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ- en enero pasado) en Panamá en países hermanos se producían y producen muertes de jóvenes.
En Panamá, la violencia delincuencial asociada a las drogas y otras causas estructurales crece.
La temeridad es estimulada por la pobreza y malos ejemplos de algunos gobernantes y otros miembros de nuestra sociedad.
Mientras la corrupción siga impune, los jóvenes prefieren inmolarse ante la miseria que rodea a sus familias. Las desigualdades de todo tipo son su entorno cotidiano y su mayor catalizador hacia la muerte temprana.
La juventud ha sido un frente de vanguardia en las luchas por las reivindicaciones sociales de todas nuestras naciones.
Hoy día apagada, idiotizada, robotizada y manipulada por los malos hábitos originados en poderes ocultos que actúan ex profeso. Juventud doblegada, permite un dominio más fácil sobre la sociedad.
En cada evento violento participa un joven y muchos quedan muertos en el campo del delito. La mayor riqueza de un país se desperdicia.
Ojalá surjan efectivas políticas que fortalezcan esa estructura educativa y formadora de valores, la familia, hoy agredida por distintas corrientes para destruirla. Es una yunta gobierno y sociedad.
¿Estaremos a tiempo de hacer reversible ese miedo a la muerte que nuestros jóvenes parecen tener?
Eduardo Reyes Vargas
* Médico