EDITORIAL: Nuevos retos en la Caja de Seguro Social

Con la ratificación unánime de la Asamblea, el próximo 1 de octubre iniciará su gestión el nuevo director general de la CSS.

Pocas designaciones como esta han sido rodeadas de expectativa tal dentro de la sociedad, lo cual es explicable dada la magnitud y complejidad de los problemas que configuran la situación actual de la entidad.

Con la tarea de responder por la salud de sus asegurados, es decir de quienes aportan a su funcionamiento junto con los empleadores, los servicios de la CSS se encuentran lejos, muy lejos, de ser satisfactorios en cuanto a una atención pronta y de calidad; un suministro expedito y suficiente de medicamentos determinantes para la vida muchos pacientes, e infraestructuras en algunos casos con deterioro irreversible.

Estos son problemas reales y concretos del día de hoy cuya solución no puede postergarse para pasado mañana; porque son padecidos por miles de panameños ahora mismo.

También, con urgencia cercana, deberán tomarse decisiones respecto al programa de Invalidez, Vejez y Muerte, antes de que sus reservas se extingan de forma irremediable.

La nueva administración, que cuenta con un recurso personal excelente, deberá también introducir los cambios internos que la lleven a instrumentar sus propias realidades económicas y las del país mismo.

La rentabilidad, la medición de resultados, la transparencia y la rendición de cuentas tienen que ser integradas al ADN institucional de la Caja, de una vez por todas.